Los estimulantes naturales de la bergamota dirigen el flujo de sangre al cuero cabelludo, asegurando el suministro adecuado de oxígeno y nutrientes a los folículos pilosos. Como resultado, las fibras capilares se nutren y comienzan a crecer significativamente. Gracias a los ácidos grasos, la bergamota puede domar el cabello encrespado gracias a sus propiedades acondicionadoras y antisépticas. Debido a la acumulación de silicona y productos químicos, el cabello puede secarse y ser propenso a dañarse. La bergamota revierte eso al eliminar toda la acumulación, permitiendo que las cutículas respiren y reciban la humedad que necesitan para que el cabello luzca hidratado, con brillo y saludable.
